cuento un cuento con los dedos de las manos...

Habia UNA vez, UNA triste persona que vagaba por el mundo lamentándose de su existencia.
Ooh, pobre de mi... decía cada día al mirarse al espejo y no ver reflejada realmente su apariencia.
Llegaron, un buen día ( por llamarlo de alguna manera) DOS amigos suyos a eso de las TRES de la tarde a su casa, interrumpiendo su valiosa sienta de sopetón. CUATRO toques al timbre le hicieron levantarse corriendo de la cama y al ir a contestar, estos salieron corriendo ante la malhumorada contestación que encontraron por parte de su queridisimo y valorado amigo. Que es lo que le pasará? se preguntaron día y noche durante unos CINCO días. Transcurrido ese tiempo, en el que esta pequeña persona seguía pensando que en qué consistía su vida, que para que había venido al mundo, en cual momento se decidió poner comienzo a un corazón más que latiese para sufrir...
En ese momento se cruzo con un ángel por la calle, al que le quiso hacer una serie de preguntas:
- ¿Por que yo querido ángel ? ¿por que después de SEIS meses volviéndome loco, continuo con mis réplicas de este suplicio de vida que me atormenta?
- Sabes, hubo una vez, mi dios, que me dijo con la voz bajita para que nadie le escuchara, que tenia 8 motivos por los que seguir adelante... Nadie será lo que tú no quieras ser. Nadie puede dar respuestas a los sentimientos que día a día te atormentan. Nadie puede decidir por ti cuando dejar de creer que la infelicidad te absorbe en cada poro de tu cuerpo. Nadie podrá quitarte ese dolor si tu no quiere arrancarlo de tu ser. No lograrás salir del pozo si no dejas que en ese pozo entre la luz que alumbre la oscuridad y puedas verlo todo un poco más claro. Una vez te hayas caído, no te queda otra que volver a levantarte y si es necesario recibir ayuda CÓGELA! nadie es menos que nadie por poder de vez en cuando respaldarte en la gente que te quiere. Cuélgate el orgullo y sigue tu camino, con la cabeza alta y recordando siempre lo bueno, lo malo sobra. Y por último, si tienes que llorar, llora ! si tienes que reír, ríe. Si tienes que volar, VUELA!
cada palabra resonó unas NUEVE veces en mi cabeza.
Creo que desde ese momento, esta persona llamamosla X , aprendió a contar hasta DIEZ y aquí os dejo, me voy a empezar por el UNO ....